Lisa Kleypas es una de mis autoras predilectas, de mis favoritísimas del mundo y del universo; siempre lo ha sido y siempre lo será. Con su nueva serie de romántica histórica, Los Ravenel, distinta a las anteriores pero con su esencia perenne, no me enamoró de primeras. El primer libro pasó sin pena ni gloria y fue a partir del segundo cuando empecé a vislumbrar lo que yo esperaba realmente de Lisa Kleypas. De nuevo, me había vuelto a enamorar de sus personajes y, en general, de la ambientación tan maravillosa que la autora retrata en sus historias. A pesar de ello, no esperaba nada de Como dos extraños. No sabía qué me iba a encontrar ni me podía imaginar siquiera cómo plasmaría la historia de amor de la doctora Garrett y Ethan. Y puedo decir sin tapujos, que ha supuesto una de mis historias favoritas de Lisa.
Os podría contar muchos detalles sobre la historia pero estaría desvelando demasiado, así que os contaré por encima. En Como dos extraños, como he dicho antes, nos encontramos con la doctora Garrett y Ethan Ransom, un investigador privado, entre otras cosas. En este caso la autora no nos traslada a bailes o reuniones y demás nimiedades entre la nobleza. Aquí nos enseña los barrios bajos, su gente y su manera de vivir la vida porque Ethan se ha criado ahí, y es lo que le muestra a Garrett, que se queda asombrada y prendada de las capacidades de Ethan, que son muchas. Así empezará su preciosa historia de amor, la cual me hubiese gustado, como preferencia personal, que tuviese más páginas. No es que haya sido precipitada, sino que me ha resultado una historia tan bonita y dulce, con dos protagonistas tan increíbles, que he echado en falta leer más sobre ellos. Ethan se ha criado en los barrios bajos de Londres y su vida ha sido una constante carrera por superarse, y Garrett, gracias a su mente privilegiada, su coraje y tesón, ha conseguido lo imposible para una mujer en su época. Es tan profundo, precioso e intenso el amor que se procesan, y ellos son tan especiales, que el corazón del lector se ablanda fácilmente. Y yo soy tan sensible que he reído pero también me he emocionado con ellos. Muchísimo. Y claro, su historia me ha calado hondo. La recordaré siempre con mucho cariño.
En definitiva, Como dos extraños ha sido una lectura absolutamente deliciosa, muy romántica, tierna y conmovedora. La autora ha hecho un trabajo magnífico documentándose, y así lo ha plasmado, a las mil maravillas, pero lo que más me ha impresionado ha sido los protagonistas tan soberbios que ha creado. El perfil de Ethan es muy de su estilo, pero con Garrett se ha superado y nos ha regalado frescura, realidad y novedad dentro del género (las chicas somos guerreras!). La novela tiene acción, personajes prometedores y sus giros inesperados con malos malísimos y malos que pueden llegar a ser buenos y adorables (quizá se marca otro St. Vincent), pero yo me quedo con Garrett, Ethan y su historia de amor, que ha sido memorablemente preciosa.