Vi Keeland es una de esas tantas autoras que tengo en mi cajón de pendientes. Sus libros me llaman poderosamente la atención pero nunca parece surgir el momento de ponerme con ellos. Sin embargo, a raíz de que Terciopelo (Roca Editorial) trajera en español
Bossman, quise empezar por este título de la autora. Y lo he disfrutado muchísimo. Ha resultado ser una lectura fresca, amena, y me ha encantado porque básicamente ha sido todo lo que esperaba que fuera, una historia de amor muy tierna, divertida, picante e ingeniosa.
Reese y Chase se encuentran por primera vez en un pasillo cuando ambos están teniendo una cita, que por parte y parte está siendo desastrosa. Resulta que ella está simulando como que habla con su amiga por teléfono para lograr escapar un rato de su cita, y Chase, que pasaba por allí y es muy perspicaz, la pilla y no duda en decirle cuatro cosas a la cara, así porque sí. Y lo peor es que cuando Reese vuelve con su cita, Chase aparece en su mesa y le hace pasar un momento cuanto menos embarazoso. La cosa acaba ahí, hasta que pasados unos días se vuelven a reencontrar y, entonces, saltarán chispas. Lo mejor de la historia es, sin duda alguna, Chase, que es un dulce, muy adorable, picantón y arrogante, todo a la vez. Tanto él como Reese son dos personas que acarrean un pasado duro y traumático a sus espaldas, que le han acondicionado e impedido mantener relaciones amorosas lo suficientemente estables y duraderas. En el caso de Chase, cuando está seguro de lo que siente por Reese, no duda en ir a por todas, superar sus inseguridades y no dejar pasar la oportunidad de estar con ella, de ser feliz junto a ella. Reese se lo pone difícil pero el resultado es maravilloso. Vi Keeland me ha impresionado de veras y espero ver otras de sus obras en español muy pronto.
En definitiva,
Bossman es una lectura deliciosa, tremendamente divertida, fresca, apasionante y, sobre todo, muy romántica. Esto último me ha sorprendido muchísimo porque me esperaba que su nivel erótico destacara sobre el romántico, pero me equivocaba. Abundan las escenas dulces y románticas, las que arrancan suspiros, y eso ha supuesto para mí un acierto. Una historia preciosa, que recomiendo mucho.