En primer lugar quiero agradecer a Carolina que me haya invitado a su blog y me ceda este espacio para hablar de mi nueva novela, Hechizo de sirena.
De qué va la historia: Se trata del segundo volumen de la serie Hermanos Rawson que se inició con Estrategias del destino, y se centra en la historia de Gregory Rawson, el hermano pequeño de Julian, protagonista del primer libro de la serie. Quien haya leído Estrategias del destino ya conocerá a Gregory, y los que no la haya leído se encontrarán con un protagonista atractivo y simpático que tiene una profesión peligrosa y con Adele, la tímida solterona que logra conquistar su corazón. Esta es una novela que estaba deseando que conocierais y que he tenido que esperar casi ocho años para verla publicada. El primer volumen lo publicó una editorial argentina, pero por una serie de circunstancia no continué publicando con ellos, y he tenido que esperar a recuperar los derechos de esa primera novela para volver a editarla, cosa que agradezco a Ediciones Kiwi, y así poder continuar con la serie.
¿Cómo me inspiré para escribir esta historia? Como varios de los personajes de esta historia ya aparecían en la anterior, ese proceso resultó más sencillo. Aunque entre las dos historias transcurren cinco años y en ese tiempo todos han madurado, en especial Gregory, que ya no es el joven irreflexivo al que su hermano mayor tiene que sacar de bastantes apuros. La trama de intriga que se desarrolla en sus páginas, con una peligrosa red de espías que Gregory debe desarticular, surgió tras leer una biografía de Lord Byron, que murió en Grecia luchando por la independencia de ese país. Al documentarme sobre el tema me pareció interesante ya que en aquel conflicto intervinieron varias potencias europeas y asiáticas, lo que aseguraba material importante para trabajar. El resto fue surgiendo casi rodado. Yo suelo estructurar mucho mis novelas y apenas dejo nada al azahar, pero en esta ocasión gran parte de la trama fue surgiendo sobre la marcha, como si los mismos personajes me fuesen dictando lo que tenía que escribir.
Los protagonistas: He de decir que el personaje de Gregory es uno de mis favoritos. Fue para mí todo un placer escribirlo porque es un pícaro encantador, con un sentido del humor que me fascina. A veces me preguntan si me inspiro en algún actor para crear mis personajes y siempre contesto que no. Me formo una imagen de ellos que suele ser la mezcla de muchos otros, por eso no puedo ponerle cara real. Eso sí, guapo es a rabiar; así que, escoged vosotras mismas a vuestro Gregory. En cuanto a Adele, la estirada y tímida solterona con una voz prodigiosa, también es un personaje muy querido. No es la típica belleza que vuelve locos a los hombres nada más verla; con ella hay que mirar más allá de su personalidad aparentemente anodina porque guarda grandes sorpresas y un seductor encanto que Gregory aprecia desde el primer momento. Para su personaje sí me inspiré, al menos en parte, en una persona real. Cuando estaba escribiendo la novela, la cantante inglesa Adele ya había triunfado con varios de sus mayores éxitos, y me gustaba tanto que decidí ponerle a mi protagonista su nombre, ya que ella también tiene una voz preciosa.
Anécdotas: Cuando estaba escribiendo Hechizo de sirena (llevaba unos pocos capítulos) me fracturé la muñeca izquierda y eso me impedía escribir con normalidad en el ordenador, pero estaba tan metida en la historia, tenía tantas ganas de escribirla, que lo hacía con un dedo y mirando el teclado, lo que me suponía una gran pérdida de tiempo. Me desesperaba porque las ideas surgían más rápidas que podía escribirlas, así que optaba por grabarlas para después teclearlas en el ordenador. Aun así, la terminé en unos seis o siete meses, algo extraordinario ya que suelo tardar entre año y año y medio en novelas largas como esta. Eso sí, desde que le puse el fin hasta que se ha publicado han pasado unos siete años en los que he estado puliéndola hasta dejarla enteramente a mi gusto. Espero que, si llegáis a leer Hechizo de sirena, disfrutéis tanto como yo lo hice al escribirla, y que cuando la terminéis el recuerdo de esa historia perdure en vuestra memoria durante largo tiempo. Ese es siempre mi anhelo y lo que compensa tantas horas de esfuerzo como esta profesión requiere.