Cuando me sumerjo en una historia escrita por Jana Aston, sé que me estaré recreando en un dulce, rebosante de frescura, sencillez e ingenio. Adoro a la autora por ese preciso y consistente motivo. Es apuesta segura para mí cuando necesito lecturas desenfadadas y entretenidas, y creía que no podría sorprenderme, que no se saldría de su zona de confort y sus historias tendrían, todas, un planteamiento muy similar. Cosa que no me parecía mal, pero que no resultado ser así por completo. Me equivocaba.
Como siempre, Jana Aston no se caracteriza por introducir elementos demasiados complicados en sus tramas. Aquí nos encontramos con Chloe y Boyd; ella, una joven maestra de primaria con muchas inseguridades y miedos, que busca, casi desesperadamente, pareja por webs de ligue pero que solo termina recibiendo FDP (leed el libro para descubrir a qué pertenece esas siglas) o citas desastrosas. Por su parte, Boyd es un agente federal de lo más correcto, inteligente y sexy, medio hermano de una de las mejores amigas de Chloe. Se podría decir que son dos personas destinadas a conocerse, pero el momento no llega de la forma más evidente, como cabía esperar. Y será a partir de entonces cuando no puedan estar separados durante mucho tiempo, pongan la excusa que pongan por delante.
Con El chico de mi vida, Jana Aston se ha arriesgado ligeramente y le ha dado más protagonismo al factor romántico, rasgo que considero un acierto total y absoluto porque, de esta manera, ha otorgado naturalidad y coherencia a la historia de Boyd y Chloe. Y siguiendo su estela de aciertos, ha creado personalidades brillantes para sus protagonistas. Él, Boyd, a pesar de su fachada de persona seria y dura, es de lo más tierno, noble y adorable. Se enamora de Chloe y lo sentimos, lo transmite con hechos, gestos y palabras desde el momento uno. Ella, Chloe, no es una persona fácil. Sus temores la manejan y hablan por ella, pero Boyd la comprenderá, no juzgará simplemente y desaparecerá después. El tiempo hará evidente que están hecho el uno para el otro, que se complementan y encajan a la perfección. Y el lector, muy posiblemente, será partícipe de la manera tan bonita que Jana Aston ha tenido para demostrárnoslo.
En definitiva, El chico de mi vida ha supuesto una lectura de sobresaliente. Se trata de una historia explosiva, muy romántica, vibrante, divertida y encantadora, con unos protagonistas que se pueden quedar fácilmente para siempre con el lector. Sinceramente, ha sido una lectura que lo ha tenido todo y, además, ha sido terriblemente ágil y adictiva. No puedo pedir más. Solo que espero ver más títulos de la autora traducidos al español.