El secreto de Emmaline llegó a mí de pura casualidad. No conocía el libro y mucho menos a su autora, pero su sinopsis llamó tanto mi atención que quise probar suerte leyéndolo. El resultado de su lectura ha sido enternecedoramente agradable, interesante y profunda.Sin demasiadas pretensiones ni ser demasiado extenso, es el tipo de historia que encoge el corazón del lector, lo oprime y se queda ahí, en un lugar especial, durante mucho tiempo.
Emmaline es la pureza, ternura e inocencia dentro de un marco tan terrible como puede ser el de la 2ª Guerra Mundial. Se trata de una niña especial, obligada a madurar antes de lo previsto por consecuencias de la vida que le ha tocado vivir. Y es que, a causa de los bombardeos constantes, es evacuada y llevada al hospital Briar Hill. Allí, Emmaline quedará fascinada por los preciosos caballos alados que solo ella puede ver a través de los espejos. Y la cosa es, ¿por qué solo los puede ver Emmaline? ¿Tienen que ver algo con ella? Sin esperárselo, los caballos tendrán un significado particular y único en la vida de Emmaline. La historia retrata también la realidad de la guerra; la influencia que ésta, de forma tan drástica, cruel y nociva, tiene sobre las personas. En este caso, la autora nos muestra la situación de los más pequeños y necesitados. Al igual que interesante, es un escenario delicado y difícil desde el punto de vista de una pequeña inocente, sin maldad ninguna. El lector tiene casi imposible el no conmoverse, pero en ello radica la belleza de esta historia.
Y en definitiva, El secreto de Emmaline es una lectura que hace reflexionar al lector, muy bonita, mágica, agridulce y entrañable.Correctamente escrita y coherente, posee un ritmo absorbente, muy ágil. Ha supuesto para mí una lectura diferente, y me ha fascinado. La recomiendo muchísimo.
★★★★★