Dulces caricias es el segundo título de la trilogía Pretty de M. Leighton, recién publicado en castellano por Phoebe, el sello romántico de Ediciones Pàmies. M. Leighton me ha demostrado, tras haber leído ya varios de sus libros, su talento a la hora de escribir, siendo poseedora de un estilo narrativo muy sencillo y ligero, sin ningún rasgo especial o sobresaliente aparentemente, pero que resulta ser a la vez tan fluido y profundo que me deja por eso mismas razones verdaderamente sin palabras. En una historia que a duras penas sobrepasa las 300 páginas (304 aquí, por ejemplo), pero la autora es capaz de transmitirte emociones y sentimientos de todas las clases y dimensiones. Es común en sus obras encontrarse con unos bombazos de acontecimientos casi al final de sus libros, y me sucede siempre que nunca me los espero y que el corazón parece querer salírseme del pecho. Me encantan; adoro estas situaciones que me dejan con la boca abierta (literalmente). Por lo tanto, cada vez que voy a empezar la lectura de uno de sus libros, no sé a qué me voy a enfrentar ni cuándo, pero siempre voy con la seguridad que me espera algún momentazo impactante. En Dulces caricias también los hay, por supuesto, así que vais sobreavisados.
Reese Spencer lo tiene todo; dinero, atractivo, poder, mujeres... Pero cuando una noche entra a un club nocturno y se fija en la chica bailando en la barra, algo dentro de él lo mantiene inmóvil, estático. La reconoce al momento, y se da cuenta de que realmente no lo tiene todo en su vida. No la tiene a ella, Kennedy Moore, la chica a la que una vez amó pero que abandonó sin darle antes ninguna explicación. Kennedy tampoco ha olvidado nunca a Reese. Lo dio todo por él, y él a cambio la abandonó y la dejó destrozada. ¿Qué pasará ahora entre ellos? ¿Volverán a estar juntos a pesar de todo lo pasado entre ellos? ¿A pesar de todos los recuerdos? Toca que lo descubráis vosotros mismos. Dulces caricias, como se puede sobreentender, es una historia que trata sobre segundas oportunidades en el amor. El reencuentro entre Reese y Kennedy es muy intenso y emocionante, con muchísima tensión de la buena entre ellos. La antigua relación de ambos terminó muy mal; el amor que ambos se procesaban acabó roto en mil pedazos por palabras no dichas, secretos y circunstancias inevitables. Sin embargo, ese amor no se extinguió del todo, siguió dentro de ellos, porque ya se sabe que donde hubo fuego, cenizas quedan. Reese intentará por todos los medios corregir sus errores, perseguirá a Kennedy hasta hacerle ver lo que siente, que la quiere volver a tener a su lado. Ella no se lo pondrá fácil, pero terminará cayendo al sentirse como una vez se sintió estando con él; tan querida y adorada.
En Dulces caricias nos encontramos con una historia de amor emocionante, llena de dolor, recuerdos, mentiras, resentimientos y secretos. Si me leéis con frecuencia por aquí sabréis que es el tipo de historia terriblemente intensa que me cautiva como lectora, por ser poseedora de susodichos ingredientes. Reese enamora por motivos obvios (esos ojazos azules verdosos sería un motivo muy consistente), pero tiene ese perfil de personaje ya muy usado y explotado hoy día. Protagonista adinerado, con poder, ¿os suena? Pero, ¿y qué? Me ha encantado. No os llevéis una imagen equivocada, por X prejuicios. Lo relevante está en lo que os hagan sentir. Y los protagonistas de M. Leighton siempre suelen ser tan dulces y tiernos que sencillamente enamoran. De hecho, si son obras de la autora, siempre hay algún rasgo que los hace diferentes. Por otro lado, Kennedy (¿de verdad es un nombre de mujer?) es tan luchadora y tan capaz de todo que es inevitable no adorarla. Ha pasado lo suyo, y ha tenido que echarle cara ella solita, a la vida y a todo. Es de admirar. Es aquí donde la autora vuelve a utilizar ese patrón de giros inesperados e impactantes, donde las mentiras y demás secretos salen a la luz y nos quedamos patidifusos. Cómo adoro estos momentos, y sobre todo cuando estos son narrados por M. Leighton, la reina de los giros inesperado, está claro. Aunque en esta ocasión he sentido que se resolvía todo de forma muy apresurada. Es decir, que me hubiese gustado que todos los bombazos de infarto hubiesen durado más. En general hubiese preferido un final más desarrollado donde todo se hubiese podido solucionar más despacio. Apreciación mía, al igual que un dato que tengo que destacar: se me ha hecho muy interesante y siempre he querido encontrarme con alguna novela donde la protagonista fuese bailarina de Pole Dance. Quizá a vosotros os pase igual.
En definitiva, ¿buscáis lecturas escritas de forma sencilla y ágil, de trasfondo actual, que os cautive por su intensidad y dosis buena de drama? Dulces caricias es vuestro título. Una historia bonita y sexy de segundas oportunidades, con el sello indiscutible y maravilloso de su autora, M. Leighton, que siempre consigue una trama que atrapa indudablemente al lector. Una lectura que he disfrutado y devorado en un par de días, y que por supuesto recomiendo.
Reese Spencer lo tiene todo; dinero, atractivo, poder, mujeres... Pero cuando una noche entra a un club nocturno y se fija en la chica bailando en la barra, algo dentro de él lo mantiene inmóvil, estático. La reconoce al momento, y se da cuenta de que realmente no lo tiene todo en su vida. No la tiene a ella, Kennedy Moore, la chica a la que una vez amó pero que abandonó sin darle antes ninguna explicación. Kennedy tampoco ha olvidado nunca a Reese. Lo dio todo por él, y él a cambio la abandonó y la dejó destrozada. ¿Qué pasará ahora entre ellos? ¿Volverán a estar juntos a pesar de todo lo pasado entre ellos? ¿A pesar de todos los recuerdos? Toca que lo descubráis vosotros mismos. Dulces caricias, como se puede sobreentender, es una historia que trata sobre segundas oportunidades en el amor. El reencuentro entre Reese y Kennedy es muy intenso y emocionante, con muchísima tensión de la buena entre ellos. La antigua relación de ambos terminó muy mal; el amor que ambos se procesaban acabó roto en mil pedazos por palabras no dichas, secretos y circunstancias inevitables. Sin embargo, ese amor no se extinguió del todo, siguió dentro de ellos, porque ya se sabe que donde hubo fuego, cenizas quedan. Reese intentará por todos los medios corregir sus errores, perseguirá a Kennedy hasta hacerle ver lo que siente, que la quiere volver a tener a su lado. Ella no se lo pondrá fácil, pero terminará cayendo al sentirse como una vez se sintió estando con él; tan querida y adorada.
En Dulces caricias nos encontramos con una historia de amor emocionante, llena de dolor, recuerdos, mentiras, resentimientos y secretos. Si me leéis con frecuencia por aquí sabréis que es el tipo de historia terriblemente intensa que me cautiva como lectora, por ser poseedora de susodichos ingredientes. Reese enamora por motivos obvios (esos ojazos azules verdosos sería un motivo muy consistente), pero tiene ese perfil de personaje ya muy usado y explotado hoy día. Protagonista adinerado, con poder, ¿os suena? Pero, ¿y qué? Me ha encantado. No os llevéis una imagen equivocada, por X prejuicios. Lo relevante está en lo que os hagan sentir. Y los protagonistas de M. Leighton siempre suelen ser tan dulces y tiernos que sencillamente enamoran. De hecho, si son obras de la autora, siempre hay algún rasgo que los hace diferentes. Por otro lado, Kennedy (¿de verdad es un nombre de mujer?) es tan luchadora y tan capaz de todo que es inevitable no adorarla. Ha pasado lo suyo, y ha tenido que echarle cara ella solita, a la vida y a todo. Es de admirar. Es aquí donde la autora vuelve a utilizar ese patrón de giros inesperados e impactantes, donde las mentiras y demás secretos salen a la luz y nos quedamos patidifusos. Cómo adoro estos momentos, y sobre todo cuando estos son narrados por M. Leighton, la reina de los giros inesperado, está claro. Aunque en esta ocasión he sentido que se resolvía todo de forma muy apresurada. Es decir, que me hubiese gustado que todos los bombazos de infarto hubiesen durado más. En general hubiese preferido un final más desarrollado donde todo se hubiese podido solucionar más despacio. Apreciación mía, al igual que un dato que tengo que destacar: se me ha hecho muy interesante y siempre he querido encontrarme con alguna novela donde la protagonista fuese bailarina de Pole Dance. Quizá a vosotros os pase igual.
En definitiva, ¿buscáis lecturas escritas de forma sencilla y ágil, de trasfondo actual, que os cautive por su intensidad y dosis buena de drama? Dulces caricias es vuestro título. Una historia bonita y sexy de segundas oportunidades, con el sello indiscutible y maravilloso de su autora, M. Leighton, que siempre consigue una trama que atrapa indudablemente al lector. Una lectura que he disfrutado y devorado en un par de días, y que por supuesto recomiendo.
ROMANCE CONTEMPORÁNEO | NEW ADULT / PRETTY, #2 / PHOEBE (EDICIONES PÀMIES)