Reseña: La voz de Archer de Mia Sheridan ♥

Hoy por hoy, siendo lectora asidua del género desde hace ya muchos años, antes que Grey y su boom con corbatas asfixiara el mercado editorial (cabe decir), me es complicado dar con un libro que me sorprenda al nivel más alto y positivo posible; que me sorprenda tanto que lo sienta como si de una joya, un auténtico tesoro, se tratara. Cuando caí en las redes del maravilloso mundo de la literatura, casi cada libro que leía me resultaba fascinante. Era la novedad, claro. Pero como es natural, los años han transcurrido y ya no todo me sorprende igual. Sin embargo, hay historias, pocas, que siguen llegándome a lo más hondo de mi alma, y La voz de Archer de Mia Sheridan es una de ellas. Qué puedo decir que no haya dicho ya sobre esta novela. Aunque tenía muchísimas palabras bonitas reservadas para la historia de Archer y Bree, en este momento parecen haberse esfumado. Lo cierto es que escribir esta reseña me va a resultar complicado, pero espero transmitir más o menos bien la sensación tan preciosa y extraordinaria que me dejó este libro al acabarlo, y que mi elección de palabras esté a su altura.

Bree huye atemorizada, desesperada y destrozada del que siempre fue su hogar. Sin saber qué camino coger, pone el coche en marcha y tras horas y horas, para por fin en Pelion, un pueblo pequeño, en Maine, a orillas de un lago. En este lugar, Bree quiere empezar su nueva vida, conseguir estar en paz con ella misma, y dejar todo lo malo atrás. Mientras lo intenta, se cruza con un joven desaliñado, misterioso y con una mirada muy profunda, color whisky, que la atrae sobremanera. Es Archer Hale, quien parece pasar desapercibido para todos menos para Bree.

¿Conocéis esas ganas de terminar un libro porque ya no os quedan uñas de tan interesante que está la cosa, pero a la misma vez no queréis acabarlo porque sabéis que el final, aunque bonito y feliz, os destrozará el corazón? La respuesta la conozco perfectamente gracias a La voz de Archer. Llegar al final significó para mí dejar atrás a unos protagonistas que marcaron un antes y un después en mi vida de lectora. Y fue difícil apartarlos de mi mente durante un tiempo. Los tenía ahí clavados, imposibles de dejarlos marchar y pasar a la aventura con otra pareja literaria. Y sí, no me estoy refiriendo solo a mi adorado Archer; me estoy refiriendo tanto a Archer como a Bree, porque el uno no es nada sin el otro, y viceversa. Bree es un personaje apasionante, con muchísima fortaleza y coraje. Digna de apreciar. Es el alma de Archer. ¿Qué hubiese sido de él si no llega a cruzarse con ella, sin su amor? Bree es quien le hace darse cuenta de quién es realmente, y esta evolución es memorablemente preciosa. Porque Archer lo es. Archer sencillamente quita la respiración, te ablanda el corazón y te hace llorar con su sensibilidad, temores e inocencia. Saber su forma de vida antes de conocer a Bree te rompe el corazón. Solo, abandonado por todos, sintiéndose insignificante, que no es importante para nadie y esquivando a las personas por ello, Archer llega a una monotonía que pudo conmigo. Si eres sensible, ten por descontado que te emocionarás y sufrirás. Y lo harás aún más, pero quizá de felicidad, al ver hasta dónde llega Archer al descubrir su yo verdadero. Y todo por y para Bree, porque ella lo es todo.

Lo diré una vez más por si no ha quedado claro: La voz de Archer es uno de mis libros favoritos. Lo leí en su idioma original como sabréis si me visitáis a menudo, y he vuelto a releerlo traducido al español, transmitiéndome ahora exactamente lo mismo que la primera vez, básicamente porque la historia no ha perdido su esencia una vez convertida a nuestro idioma, que es algo que a veces pasa. La traducción es correctísima y lo más importante es que está a la altura de la pluma de la autora.

En definitiva, La voz de Archer es una de las mejores historias de amor que he tenido la fortuna de leer. Archer y Bree te hacen creer en el amor puro y sincero, sin componentes artificiales. Su historia te desgarra por dentro, sufres, lloras, suspiras e incluso ríes, y al final ambos personajes y su historia se te quedan para siempre anclados en el alma y bien atesorados en tu memoria. Y es que La voz de Archer te hace soñar, más que nada porque la pluma de Mia Sheridan es mágica. Y lo digo habiendo leído otras de sus obras. Es una autora a tener en cuenta, tan maravillosa y soberbia que espero que las lectoras de este país sepan apreciarla porque así es como se hará posible que tengamos otros de sus títulos traducidos al español. Sin más que añadir, solo me queda desear que lo leáis, que os enamoréis de Archer y que se os quede para siempre en la memoria.