El club de los eternos 27 de Alexandra Roma es, a día de hoy, uno de los libros que más me han tocado la fibra sensible. Su lectura me duró un suspiro porque verdaderamente no podía soltar el libro, no quería parar de leer. Y así me dieron las tantas de la madrugada, con el corazón encogido y la respiración alterada. Esa noche, efectivamente, no fue nada fácil. No dormí bien porque no podía quitarme de la cabeza lo que había vivido con Julien y Crysta y, a la vez, tampoco quería olvidarlo. Este libro impresiona, hace mella, cala hondo. No son palabras vacías; es la pura realidad, mi percepción, lo que pude experimentar.
![]()
No se trata de una historia sencilla, sino una con mucha alma, complejidad y emoción. Es una historia de constantes segundas oportunidades, de superación, de fracaso, de éxito, de amor en todas sus vertientes, de conciencia, de valía, de música y excesos. Pero sobre todo esta historia es Julien. Su presencia es absolutamente indispensable. Por él la vida de Crysta o Jeremy cobra sentido, y por él no pude parar de leer hasta casi terminar el libro de una sentada. Os podría decir que esta historia es de dos personas que se enamoran, de un chico que adora la música y un día triunfa y el propio triunfo lo termina por ahogar; de una chica que tiene que vencer su pasado, sus propios miedos y salir a la vida. Os podría decir muchas cosas, pero mis palabras no tendrían la misma cuantía, sensibilidad o esa emoción tan especial que Alexandra Roma, la autora, ha utilizado para escribir esta historia. Me quedaría corta. Sus personajes, principales y secundarios, son maravillosos; son de los que se quedan para siempre con el lector, de los que arañan y estrujan el corazón y el alma. Sí, es un libro hermosísimo, del que estoy muy contenta de haber decidido leer porque de no haberlo hecho me estaría perdiendo toda una joya. Sin embargo, a pesar de ser así, para mí es imposible ponerle la máxima puntuación. Y supongo que si habéis leído el libro sabréis de lo que hablo, y si no, leedlo y seguramente me entenderéis a la perfección.
En definitiva,
El club de los eternos 27 de Alexandra Roma ha supuesto una lectura terriblemente conmovedora, especial, profunda, preciosa, muy emotiva, en ocasiones divertida y, sobre todo, inolvidable. Alexandra nos muestra cómo la vida y su realidad nos va concibiendo como persona, y lo hace de manera única e impecable. El dolor por ese final queda ahora reemplazado por un sentimiento agridulce, delicado y entrañable que me hará recordar siempre a Julien y a
El club de los eternos 27.
