El palacio malvado es el final de la historia de Ella y Reed, donde se resuelven todas las cuestiones que nos hemos ido encontrando durante los tres libros y que rondaban a ambos, pero también es el comienzo a próximas historias de los demás integrantes de la familia Royal. Leí el primer título, La princesa de papel, sin expectativas ni pretensiones algunas y, ¿con qué me he encontrado? Con una de mis historias favoritas y pareja protagonista que más ha ahondado en mi corazón.El palacio malvado resultó un final satisfactorio, la manera adecuada de terminar una etapa, la de Ella y Reed. Una mezcla eufórica e intensa de emociones a flor de piel.
En general, la historia de amor de Ella y Reed es un dulce. No podría describirla con otra palabra mejor. Todos tenemos nuestro dulce favorito, y nos encanta esa sensación de llevárnoslo a la boca y sentir ese placentero y delicioso bocado. Pues algo así han significado para mí Ella y Reed. Pero no solo hay romance entre las páginas de los tres libros; hay mucho más porque verdaderamente es un culebrón romántico con secretos y rumores escandalosos y demás misterios sugerentes. Las autoras, Jen Frederick y Elle Kennedy, a.k.a Erin Watt, me conquistaron por muchos motivos. Son tremendas, soberbias y muy maravillosas escribiendo. Me lo demostraron desde el primer momento y por ello me declaro fan incondicional de ambas.
Mi conclusión de El palacio malvado está clara. Un final, para mí, apoteósico, terriblemente maravilloso y que promete no acabar ahí, sino seguir desde el punto de vista de otro hermano Royal. Una historia fascinante, que mantiene al lector pegado a sus páginas sin posibilidad de escape. Unos libros con los que sufres, suspiras, te emocionas, pataleas y sonríes. Los Royals te arruinan, sí señor, porque únicamente te hacen querer más y más de ellos. Y creo fervientemente que tendremos Royals para rato.