Como he dicho en numerosas ocasiones (y seguiré diciendo hasta cansarme), Elena Garquin, como escritora, no tiene nada que envidiar a autoras extranjeras, super ventas en sus países. Tiene la capacidad de relatarnos historias muy románticas, repletas de aventuras, intrigas y pasión como muchas de las grandes lo han hecho. Y me reafirmo en ello una y otra vez, en cada ocasión que leo un libro suyo. De hecho, e importándome poco el qué dirán, para mí es una de las mejores autoras de romántica de España. Donde se ponga ella, que se quiten otras. Será que siento demasiado sus historias, que me llegan muy profundamente, que se me hacen maravillosas y perfectas porque poseen todo lo que me fascina del género. Desde luego que sí. No deja de ser mi opinión, pero como tengo la posibilidad de dejarlo por escrito en un sitio abierto al público de internet: Elena Garquin, tú y tu mente de escritora sois grandes y extraordinarias, por lo tanto no dejes nunca de darle a la pluma.
Después de lo dicho y redicho, Tiempo de Promesas es el cuento de hadas para adultos que a toda romántica (o romántico, mire usted) le gustaría leer. Estoy segurísima. Nos situamos en el siglo X, muy oscuro, entre batallas, ardides, poder, autoridad y lealtad. Jimena de Medina es una bella doncella obligada a desposarse con un conde por ordenanza del mismísimo rey. A la joven no le queda otra que acatar lo que se le ha impuesto, y de esta manera se topará con Martín. Entre otras cosas, porque a Martín Ruiz de la Vega, un joven y apuesto guerrero, es a quien designan para transportar a Jimena hasta el conde. Sin embargo, en el trayecto pasarán una y mil cosas, se darán mil y una situaciones, y al final, Jimena y Martín, ambos por igual, como un todo, se tendrán que replantear el futuro. ¿Quién es el conde? ¿Oculta algo? ¿Y Martín...? ¿O qué me decís si la que oculta algo es Jimena? ¿Serán los secretos impedimentos, o por el contrario? No quiero desvelar nada relevante ni quitarle al lector la posibilidad de llevarse una sorpresa como la que yo me he llevado, pero no está de más que mencione a Martín y su tenacidad; su obstinación por llevar a cabo algo que lo lleva corroyendo por dentro desde hace años. Cueste lo que le cueste, la vida misma, no lo duda y va a por ello. Es su único deseo y anhelo en la vida, y a mí me ha encogido el corazón. Ahora bien, si tiene que ver o no con Jimena, lo tendréis que descubrir vosotros. Os quedaréis en modo "esto es demasiado adorable para que mi corazón lo soporte". Os aviso.
En definitiva, ¿qué nos podemos encontrar en Tiempo de Promesas? Secretos, intrigas, malentendidos, malas y malos malísimos y perversos, aventuras, pasión, el amor más intenso y más puro... Es una novela romántica tan completa que se termina por hacer especial. Es inevitable. Además, la autora nos presenta a personajes secundarios muy interesantes. Entre ellos, la pequeña historia de amor entre el tío de Martín y la doncella de Jimena, Ansur y Sabina, y la promesa de futuras historias con Hernán, hermano de Jimena, y Félix, hombre de confianza de Martín, dos mozos, con todo muy bien puesto y situado, que nos insinúan que tienen mucho que desvelarnos y contarnos. ¿Quién está impaciente? ¡Yo!
Sin más, Tiempo de Promesas nos cuenta una historia de amor clásica, conmovedora, preciosa. Una lectura apasionante de principio a fin.
⭐⭐⭐⭐⭐
ROMANCE HISTÓRICO // MEDIEVAL
// PHOEBE (EDICIONES PÀMIES)