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Ella tenía el plan perfecto hasta que apareció él… y se convirtió en su obsesión.El acoso y las órdenes de alejamiento son ya cosa del pasado para Alayna Withers. Con su Máster en Administración de Empresas recién terminado sabe lo que quiere para su futuro: conseguir un mejor puesto en el club nocturno donde trabaja y alejarse de cualquier hombre que pueda disparar su trastorno obsesivo en cuestiones de amor. Un plan perfecto.Sin embargo, Alayna no contaba con Hudson Pierce, el nuevo propietario del club. Es inteligente, rico y atractivo, el tipo de hombre del que Alayna sabe que debe alejarse si quiere mantener a raya sus antiguos hábitos. Pero es demasiado tarde. Hudson se ha fijado en ella y la quiere en su cama.
(No os dejéis llevar por la sinopsis)
La trilogía Fixed (o Eres mi adicción en España) llegó a mí gracias a goodreads. Una historia que su autora decidió autopublicar y cosechó y está cosechando mucho éxito, llegando a rozar incluso las cinco estrellas de puntuación en esa red social dedicada a nosotros los lectores. Creo que por esta razón en particular llamó mi atención y quise leerla al momento. Y gracias a alguna casualidad del destino, no tardé demasiado tiempo en poder hincarle el diente. Y es que una editorial española se fijó en la trilogía y ya la tenemos en nuestro país, por suerte. Cabe decir que no tardé en leerme el primer libro en nuestro idioma, y como esperaba, me gustó tantísimo y me dejó con tantas ganas de saber más, que no pude esperar a los siguientes, sino que leí los siguientes tomos en inglés y uno tras otro además, evitando así las esperas innecesarias y desesperantes.
La historia, desde el primer libro hasta el último e incluso el cuarto que nos los narra Hudson y nos cuenta su punto de vista desde el principio hasta el tercer libro, me iba dejando con cada acontecimiento más descolocada, encantada, cabreada, fascinada, exasperada, emocionada... Y demás adjetivos terminados en -ada. En resumen, fue un cóctel de emociones para mí. Me tuvo absorbida por completo y fue todo lo que esperaba y más. Está plagado de esos momentos que ponen el corazón a cien por hora, no por las escenas subiditas de tono, sino por situaciones que te obligan a hacer un alto en la lectura y chillar (o casi): MADRE DEL AMOR HERMOSO, QUÉ FUERTE TODO, o variantes. Y eso en sobradas ocasiones, que personalmente me gustan que se den porque emocionan y te hacen meterte de lleno en la historia o, en todo caso -y que Dios no lo quiera-, que te de un patatús.
El duro pasado de Alayna Withers, una inteligente y atractiva joven, le dejó secuelas. Siendo aún una adolescente, cuando comenzaba a sentir lo que ella creía amor por una persona, tendía a demostrar ese sentimiento de una forma demasiado intensa y poco sana. Su conducta entonces era obsesiva, e incluso llegaba a acosar a esa persona por la que empezaba a sentir tales sentimientos. La única familia que le quedaba, su hermano, sería el que le ayudase a superar el trauma llevándola a especialistas. Ahora el tiempo ha pasado y Alayna es una mujer diferente en todos los aspectos. Quiere vivir una buena vida, dejar el pasado atrás y mirar hacia adelante, además de intentar no fijarse en ningún otro hombre que pueda volver a hacerla recaer. Pero cuando se cruza en su camino Hudson Pierce la química entre los dos es tan palpable que ninguno hace intención de esconderla... Además Hudson también tiene muchísimo que contar, un pasado oscuro y muchos secretos guardados. (Y esto que os cuento es ná, ni el principio siquiera. ¡Leedlo!)
Dejando atrás los evidentes tópicos en el argumento, disfruté como una niña pequeña de su lectura porque verdaderamente me gusta encontrarme con dichos tópicos cuando la historia está bien estructurada, bien contada, y los personajes están bien perfilados y son interesantes y atractivos (tanto de personalidad como físicamente). Ha sido el caso. La historia aquí no es nada novedosa u original, que conste. Pero qué tiene que ver eso. A mí personalmente se me ha hecho preciosa, de principio a fin. Hudson y Alayna me han tocado la fibra sensible y siempre que me ocurre esto con unos personajes, tiendo a adorarlos demasiado. Hudson y Alayna son dos personas con heridas emocionales, con muchísimas inseguridades, y esto es algo que les influye muchísimo en su relación y en su día a día. Los he visto madurar como personas y como pareja, poco a poco, y en fin, espero estar transmitiendo mi amor por estos dos ♥. Desde luego, su historia no me ha sido para nada indiferente. Me ha hecho llorar y reír, y días después de acabarla aún la tenía en mente. La volvería a releer una y otra vez.
Referente al estilo de la autora tengo que decir que me conquistó por completo. Adictivo, fresco, dinámico e intenso, así es su estilo y lo cierto es que me impresionó sobremanera. No se excede en descripciones, pero sí que roza un poco un tema algo crudo y oscuro (el de las enfermedades mentales), el cual lleva a las mil maravillas y eso es algo que hay que destacar. La historia está repleta de diálogos inteligentes y llenos de intensidad, con momentos dramáticos que se leen con el corazón en un puño, y momentos románticos y sensuales que simplemente encandilan. Explosivas y explícitas escenas sexuales, pero bien narradas y no en exceso o llegando a cansar al lector. En definitiva, la trilogía Fixed (y siempre acordándome del cuarto libro con la visión de toda la historia de Hudson -no publicado al español) ha sido una delicia de lectura, adictiva, tremendamente sexy, ligera, repleta de sentimientos y emociones. Memorable para mí, una joyita de principio a fin. Con estas palabrejas que estoy escribiendo aquí y estáis leyendo ahora mismo, solo espero estar haciéndoles justicia a Hudson y Alayna, y estar transmitiendo todo lo que sentí ♥.